16 de abril de 2013

VELÁ DE SANTA ANA


LA VELÁ DE SANTA ANA
Se celebra del 21 al 26 de Julio.
Tiene su origen en el siglo XIII, en el que se celebraba una romería a la Parroquia de Santa Ana, en Triana, conocido arrabal de Sevilla. Surge como otras, para celebrar la festividad del Patrón o Patrona de la parroquia, cuyo elemento central era la procesión.
Lo especial de esta Velá es que siguen pasando los siglos y se mantienen sus raíces, el lugar de celebración y la implicación de sus vecinos, participando arduamente en su logro y manteniendo vivos el casticismo y la idiosincrasia del propio barrio.
Triana es más que un barrio, está situada junto al río Guadalquivir que le sirve de frontera con la ciudad de Sevilla, es un barrio que desde sus inicios ha mirado al Guadalquivir, no vive a espaldas de éste, ya que de siempre ha sido su principal fuente de ingresos, muchos de sus parroquianos se dedicaban a la marinería y a la ancestral alfarería.
Es un barrio que surge con los primeros asentamientos en la Edad Antigua, se han encontrado importantes restos romanos, aunque sería con la dominación árabe cuando tomaría cierto auge, concentrándose en el entorno del Castillo de San Jorge, del siglo X. Su ubicación era de especial relevancia, pues servía como paso obligado de los suministros que llegaban del Aljarafe y punto estratégico para la defensa de la ciudad de Sevilla. Estos suministros llegaban a la ciudad a través del antiguo puente de barcas, construido en 1.171 por el califa Abu Yacub Yusuf.
En 1.854 se construye el puente de Isabel II o puente de Triana, que sustituiría definitivamente al puente barcas. Este puente se basa en el diseño del desaparecido puente del Carrousel de París del que era gemelo. Es su vía de comunicación principal con la ciudad.
Triana es cuna de artistas del flamenco, el baile y el toreo, esto viene motivado por la presencia de grupos de gitanos que se instalaron en su cava de los gitanos.
La velá es su fiesta lúdica mas celebrada, si dejamos al margen las celebraciones religiosas en las que sus hermandades participan en la Semana Santa de Sevilla y su Corpus Christi, llamado “el Chico”.
El barrio  se engalana y sus calles y plazas se iluminan con luces de colores, se instala una portada sobre el Puente de Triana, a modo de puerta de entrada a la diversión.
La Velá comienza con su pregón, cómo no podía ser de otra manera, Sevilla es ciudad de pregones y pregoneros, en el que se ensalzan las cualidades del barrio, de sus personajes y anima a los vecinos a su participación, con la gracia propia de su carácter.
A partir de ahí, la fiesta está servida. En la calle Betis, lugar de nacimiento del que suscribe, se instalan unas casetas, muy similares a las de la Feria de Abril, aunque en este caso están abiertas a todo el mundo. En ellas el cante y el baile surgen en cualquier momento.
A lo largo de esta calle se colocan las pequeñas atracciones para el público infantil y los distintos puestos de productos típicos del barrio, cómo el de las avellanas verdes.
En el escenario de la Plaza del Altozano, lugar de mayor concentración de personas, se dan diariamente conciertos y actuaciones de todo tipo, además de los concursos de sevillanas.
En el Paseo de la O, a orillas del Guadalquivir, se celebra el mercado de la alfarería, en el que aparecen las piezas que con tanto arte realizan sus alfareros, se organizan distintos tipos de concursos, como el de pesca, regatas y otras actividades deportivas y la mas celebrada actividad, la cucaña, consiste en lograr atrapar una bandera puesta en el extremo de un poste inclinado y embadurnado de grasa para hacer mas difícil su consecución. El poste se instala sobre una barcaza en el río y el participante una vez ha iniciado su experiencia, la única manera de salir es nadando. El premio consistía en su momento en un jamón, actualmente es un premio en metálico.
Todo este tipo de celebraciones populares, tiene su parte religiosa y en este caso se basa en el culto de la “Señá Santa Ana” y la ofrenda de flores en la parroquia de su nombre, para continuar con los Gozos de la Señora y el toque de cornetas y tambores desde la torre de la iglesia, especialmente engalanada, interpretando los Gozos y terminando con el repique de campanas.
Todos los actos terminan el último día con su traca final, los fuegos artificiales que llenan de color el cielo de Triana y comienza la cuenta atrás de la siguiente Velá de Santa Ana.




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