LA VELÁ DE SANTA ANA
Se
celebra del 21 al 26 de Julio.
Tiene
su origen en el siglo XIII, en el que se celebraba una romería a la Parroquia
de Santa Ana, en Triana, conocido arrabal de Sevilla. Surge como otras, para
celebrar la festividad del Patrón o Patrona de la parroquia, cuyo elemento
central era la procesión.
Lo
especial de esta Velá es que siguen pasando los siglos y se mantienen sus
raíces, el lugar de celebración y la implicación de sus vecinos, participando
arduamente en su logro y manteniendo vivos el casticismo y la idiosincrasia del
propio barrio.
Triana
es más que un barrio, está situada junto al río Guadalquivir que le sirve de
frontera con la ciudad de Sevilla, es un barrio que desde sus inicios ha mirado al Guadalquivir, no vive a espaldas de éste, ya que de siempre ha sido su
principal fuente de ingresos, muchos de sus parroquianos se dedicaban a la
marinería y a la ancestral alfarería.
Es un
barrio que surge con los primeros asentamientos en la Edad Antigua, se han
encontrado importantes restos romanos, aunque sería con la dominación árabe
cuando tomaría cierto auge, concentrándose en el entorno del Castillo de San
Jorge, del siglo X. Su ubicación era de especial relevancia, pues servía como
paso obligado de los suministros que llegaban del Aljarafe y punto estratégico
para la defensa de la ciudad de Sevilla. Estos suministros llegaban a la ciudad
a través del antiguo puente de barcas, construido en 1.171 por el califa Abu
Yacub Yusuf.
En
1.854 se construye el puente de Isabel II o puente de Triana, que sustituiría
definitivamente al puente barcas. Este puente se basa en el diseño del
desaparecido puente del Carrousel de París del que era gemelo. Es su vía de
comunicación principal con la ciudad.
Triana
es cuna de artistas del flamenco, el baile y el toreo, esto viene motivado por
la presencia de grupos de gitanos que se instalaron en su cava de los gitanos.
La velá es su
fiesta lúdica mas celebrada, si dejamos al margen las celebraciones religiosas
en las que sus hermandades participan en la Semana Santa de Sevilla y su Corpus
Christi, llamado “el Chico”.
El barrio se engalana y sus calles y plazas se iluminan
con luces de colores, se instala una portada sobre el Puente de Triana, a modo
de puerta de entrada a la diversión.
La Velá comienza
con su pregón, cómo no podía ser de otra manera, Sevilla es ciudad de pregones
y pregoneros, en el que se ensalzan las cualidades del barrio, de sus personajes
y anima a los vecinos a su participación, con la gracia propia de su carácter.
En el Paseo de la
O, a orillas del Guadalquivir, se celebra el mercado de la alfarería, en el que
aparecen las piezas que con tanto arte realizan sus alfareros, se organizan
distintos tipos de concursos, como el de pesca, regatas y otras actividades
deportivas y la mas celebrada actividad, la cucaña, consiste en lograr atrapar
una bandera puesta en el extremo de un poste inclinado y embadurnado de grasa
para hacer mas difícil su consecución. El poste se instala sobre una barcaza en
el río y el participante una vez ha iniciado su experiencia, la única manera de
salir es nadando. El premio consistía en su momento en un jamón, actualmente es
un premio en metálico.
Todo este tipo de
celebraciones populares, tiene su parte religiosa y en este caso se basa en el
culto de la “Señá Santa Ana” y la ofrenda de flores en la parroquia de su nombre, para
continuar con los Gozos de la Señora y el toque de cornetas y tambores desde la
torre de la iglesia, especialmente engalanada, interpretando los Gozos y
terminando con el repique de campanas.
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