DISTRIBUCIÓN DEL COMPLEJO CATEDRALICIO
1
|
CAPILLA
|
DE NTRA.
SRA. DE LA GRANADA
|
31
|
ALTAR
|
DEL
CONSUELO
|
|
2
|
PUERTA
|
DEL
LAGARTO
|
32
|
ALTAR
|
DEL ANGEL
DE LA GUARDA
|
|
3
|
PUERTA
|
DE LA
CONCEPCION
|
33
|
CAPILLA
|
DE SAN
ISIDORO
|
|
4
|
PUERTA
|
DEL BAUTISMO
|
33-1
|
ALTAR
|
DE NUESTRA
SEÑORA DE LA CINTA
|
|
5
|
PUERTA
|
DE LA
ASUNCION
|
33-2
|
ALTAR
|
DE LA
VIRGEN DEL MADROÑO
|
|
6
|
PUERTA
|
DEL
NACIMIENTO O SAN MIGUEL
|
34
|
ALTAR
|
DEL
NACIMIENTO
|
|
7
|
PUERTA
|
DEL
PRINCIPE O SAN CRISTOBAL
|
35
|
CAPILLA
|
DE SAN
LAUREANO
|
|
8
|
PUERTA
|
DE LAS
CAMPANILLAS
|
36
|
CAPILLA
|
DE SANTA ANA O CRISTO DE MARACAIBO
|
|
9
|
PUERTA
|
DE LOS
PALOS
|
37
|
CAPILLA
|
DE SAN
JOSE
|
|
10
|
CAPILLA
|
MAYOR
|
38
|
CAPILLA
|
DE SAN
HERMENEGILDO
|
|
11
|
CRUCERO
|
39
|
CAPILLA
|
DE LA
ANTIGUA
|
||
12
|
CORO
|
40
|
ALTAR
|
DE LA
CONCEPCIÓN O DE LA GAMBA
|
||
13
|
CAPILLA
|
DE LA
CONCEPCION CHICA
|
41
|
ALTAR
|
DE LA
SANTA CRUZ O DE LA PIEDAD
|
|
14
|
CAPILLA
|
DE LA
ENCARNACION
|
42
|
CAPILLA
|
DE LOS
DOLORES
|
|
15
|
TRASCORO
|
43
|
SACRISTIA
DE LOS CALICES
|
|||
16
|
CAPILLA
|
DE LA
ESTRELLA
|
44
|
CAPILLA
|
DE SAN
ANDRES
|
|
17
|
CAPILLA
|
SAN
GREGORIO
|
45
|
TRÁNSITO A
LA SACRISTIA MAYOR
|
||
18
|
CAPILLA
|
DEL PILAR
|
46
|
SACRISTIA
MAYOR
|
||
19
|
CAPILLA
|
DE LOS
EVANGELISTAS
|
47
|
CAPILLA
|
DEL
MARISCAL
|
|
20
|
CAPILLA
|
DE LAS
DONCELLAS
|
48
|
SALA DE
ORNAMENTOS
|
||
21
|
CAPILLA
|
DE NUESTRA
SEÑORA DE BELEN
|
49
|
ANTECABILDO
|
||
22
|
CAPILLA
|
DE LA
ASUNCION
|
50
|
SALA
CAPITULAR
|
||
23
|
CAPILLA
|
DE SAN
FRANCISCO
|
51
|
ALTAR
|
DE SANTA
JUSTA Y SAN RUFINA
|
|
24
|
CAPILLA
|
SANTIAGO
|
52
|
ALTAR
|
DE SANTA
BÁRBARA
|
|
25
|
CAPILLA
|
DE SCALAS
|
53
|
CAPILLA
|
DE LA
CONCEPCION GRANDE
|
|
26
|
CAPILLA
|
DE SAN
ANTONIO
|
54
|
CAPILLA
|
REAL
|
|
27
|
PORTADA
DEL SAGRARIO
|
55
|
CAPILLA
|
DE SAN
PEDRO
|
||
28
|
CAPILLA
|
DE LOS
JÂCOMES
|
56
|
ALTAR
|
DE LA
ASUNCION
|
|
29
|
ALTAR
|
DE LA
VISITACION
|
57
|
ALTAR
|
DE LA
MAGDALENA
|
|
30
|
CAPILLA
|
DE SAN
LEANDRO
|
58
|
MAUSOLEO
DE CRISTOBAL COLON
|
||
30-1
|
ALTAR
|
DE NUESTRA
SEÑORA DE LA ALCOBILLA
|
59
|
SEPULCRO DE
HERNANDO COLON
|
||
30-2
|
ALTAR
|
DEL NIÑO
MUDO
|
OTRAS DEPENDENCIAS
43.-
SACRISTÍA DE LOS CÁLICES
Es obra del arquitecto Diego de Riaño
hasta 1534 año de su fallecimiento, la construcción la remata en 1537 otro
arquitecto, Martín de Gainza. Es de diseño gótico, sobrio pero muy elegante,
tiene planta rectangular de 13,70 por 7,80 metros, su construcción es de
sillería desde los muros hasta la cubierta que se compone de tres bóvedas de
nervadura.
Era lugar destinado a oratorio,
enterramiento y para que los canónigos se pusieran las vestiduras para celebrar
las liturgias en las distintas capillas del templo, en el XVIII se decide
usarse para revestirse y celebrar misas privadas en los oratorios que se
dispusieron en la cabecera.
Su acceso se realiza por una puerta de
arco abocinado y vemos adosados a los muros laterales, armarios con cajoneras y
distintas vitrinas, en los que se guardan o se exponen la ornamentación y los
vasos sagrados para la liturgia. Entre ellos destacan, el Cáliz barroco de
1770, dos Cálices neogóticos del XIX,
Relicario de San Millán del XVI y un Cáliz neobarroco, todos ellos de
bellísima factura.
La Custodia y una Cruz de altar, barrocas
y de plata sobredorada, esta última con aplicaciones de esmalte. La nómina de
obras de arte es larga y de gran calidad,
cómo el Cristo de la Clemencia de 1605 de Juan Martínez Montañés y
encargado por el arcediano Vázquez de Leca, es una talla en madera policromada
de 1,90 metros de alto, es esbelto y apolíneo, siendo una de las obras mas
destacables de Montañés.
- La Adoración de los Magos de Alejo Fernández, pintura sobre tabla en la que se aprecia el fondo arquitectónico y el estatismo de las figuras.
- San Fernando de Murillo realizado en 1671, presenta los atributos de su dignidad, viéndose al fondo las murallas de Sevilla.
- La Sagrada Familia del mismo autor, una obra realizada en plena juventud del pintor.
- La Liberación de San Pedro de Valdés Leal realizado hacia 1650.
- Las Santas Justa y Rufina de Francisco de Goya y Lucientes de 1817, la composición es similar a la que realizara Murillo para su cuadro que se encuentra en el museo de Bellas Artes de Sevilla.
- Santo difunto con pobres y enfermos, atribuido a José de Ribera “el Españoleto”.
- La Gloria y La Virgen con el Niño, atribuidos a Juan de Roelas, en el segundo se ve a la Virgen vestida de jacinto y azul con el Niño en su regazo y cubierto con un lienzo y transportados por las nubes por querubines.
- La Inmaculada de Miguel del Cid, una obra de Francisco Pacheco en la que aparece la Virgen en actitud según establece el propio Pacheco para las Inmaculadas, aparece el poeta Miguel del Cid a sus pies.
- La Santísima Trinidad, su autor discípulo del Greco, deja ver la influencia de éste.
- La Virgen del Pozo Santo y la Inmaculada Concepción, ambos atribuidos a Pacheco.
- El Calvario, pintura sobre tabla en la que aparece el donante.
- La Virgen del Rosario con Santo Domingo y San Francisco, de Sebastián de Llanos de 1666, se nota la influencia de su maestro, Francisco de Herrera el Vejo.
- Dos cuadros dedicados a la vida de San Pedro Nolasco, el primero San Fernando entregando al Santo la imagen de la Virgen de la Merced y la Muerte del Santo, en ambos se nota la mano de Zurbarán o de alguno de sus discípulos.
- Una tabla de San Pedro del siglo XVI, el Ángel Custodio, un lienzo tenebrista, los Soldados de Gedeón, atribuido a Tiziano y de los mas destacados del muso catedralicio.
- El Crucificado de Francisco de Zurbarán, un crucificado de cuatro clavos, como quería Pacheco.
- La Imposición del Palio a San Isidoro, atribuida as Lucas Valdés.
- La Adoración de los Pastores, atribuido al taller de Murillo.
- Cristo atado a la Columna con San Pedro del círculo de Alonso Cano y realizado poco después de 1640. Por último el Martirio de San Lorenzo, atribuido a la escuela barroca veneciana de comienzos de XVII.
45.-
TRÁNSITO A LA SACRISTÍA MAYOR
Esta es una capilla que actualmente ya no
celebra cultos y proporciona el acceso a la Sacristía Mayor. Se cierra con una
reja sencilla rematada por una viga compuesta por pinturas sobre tabla del
siglo XVI, podemos ver en el centro la Piedad y a ambos lados los Apóstoles y
distintos Santos. Por encima una vidriera de Arnao de Flandes de 1556 con la
Expulsión de los Mercaderes del Templo. En el interior dos grandes armarios
tallados por Duque Cornejo en1743 sirven para guardar las piezas de plata del
Monumento del Jueves Santo. En el de la derecha vemos dos medios relieves
aludiendo a la vida de Moisés, la recogida del maná y el milagro de la peña, en
el de la izquierda tiene un relieve más interesante, vemos en el Paraíso a Adán
y Eva y en el resto parejas de mártires santas.
Al fondo la Portada de la Sacristía
Mayor, es plateresca y su acceso se cubre con un arco en esviaje, ya que no se
corresponde con el frente de la Sacristía Mayor, cuyo intradós está decorado
con casetones en los que hay representados platos de carne, frutas y otros
alimentos. Las puertas son renacentistas y fueron talladas en 1548 por Diego
Guillén, con relieves de parejas de Santos, San Leandro y San Isidoro y Santa
Justa y Santa Rufina, por encima y por debajo de cada pareja cuatro adornos
circulares rehundidos, tondos, con la imagen de los Cuatro Evangelistas. En el
otro frente de la puerta se ven otros relieves con diversas cabezas de
virtudes, profetas y querubines, enmarcados por hexágonos.
46.-
SACRISTÍA MAYOR
Es espacio es de los mas grandiosos del
renacimiento español, el primer diseño de 1528 lo realiza el arquitecto Diego
de Riaño hasta su fallecimiento en 1534, un año después se haría cargo de la
obra Martín de Gainza hasta 1543 en que la finaliza. La planta tiene forma de
cruz griega, brazos muy cortos y ángulos ochavados, mide dieciocho metros tanto
de largo como de ancho y treinta y tres metros de altura hasta la linterna. Los
soportes son pilares adornados con medias columnas y pilastras, acanaladas y
recubiertas de ornamentos platerescos. Conforman un orden sobre alto podio
rematado por un friso amplio y muy decorado con grutescos, guirnaldas y otros
motivos.
Los brazos se cubren por bóvedas en
abanico. En los arcos de medio punto que dibujan las bóvedas existen cuatro
óculos, que junto con la linterna proporcionan la luz a toda la estancia. En
las bóvedas se ven toda una serie de esculturas que responden a una misma
temática, el Juicio Final presidido por la Santísima Trinidad adorna la
linterna, en la bóveda central se sitúa Cristo Juez entre la Virgen María y San
Juan Bautista y un gran número de Santos, patriarcas y ángeles, en un tercer
espacio aparecen los condenados, atormentados por los demonios.
En el testero se abren tres pequeñas
capillas comunicadas entre sí, de las cuales la central se cubre con una bóveda
adornada con un relieve de la Asunción, esta bóveda descansa sobre pechinas con
relieves de arcángeles. Las otras dos capillas se cubren con bóvedas de
casetones adornados con viandas y rosetas.
El frontal de la Sacristía está presidido
por una pintura sobre tabla de Pedro de Campaña de 1548, el Descendimiento, es
una obra cuya escena imprime un gran dramatismo, a ambos lados otras dos
pinturas del barroco, Santa Teresa, de Francisco de Zurbarán y el Martirio de
San Lorenzo, atribuido a Juan de Roelas.
Entre las joyas que destacan está la
Custodia Grande de Juan de Arfe y realizada entre 1580 y 1587, en ella se representa todo un repertorio
iconográfico obra del canónigo Francisco Pacheco. En la ejecución de tan
excelsa obra participó otro gran artista de la platería, Hernando de
Ballesteros. Mide 3,25 metros de altura y pesa trescientos kilos. Es de planta
circular y se compone de cuatro cuerpos decrecientes, en los que vemos órdenes
jónicos, corintios y ambos en los dos últimos, cuenta con veinticuatro columnas
en cada uno de ellos con gran profusión de relieves y figuras siguiendo el
programa iconográfico, así en el primer cuerpo aparece la Inmaculada Concepción
en el centro y treinta y seis escenas eucarísticas del Nuevo Testamento
alrededor, en el segundo cuerpo aparece en centro el Viril que lleva al
Santísimo, le acompañan los Santos vinculados a Sevilla, cómo las Santos Justa
y Rufina, los Santos Isidoro, Leandro, Hermenegildo, Sebastián, Servando,
Germán, San Laureano, Clemente y Florencio, en el tercero la Iglesia
Triunfante, en el cuarto la Santísima Trinidad y en el remate la estatua de la
Fe.
En el centro de la Sacristía se encuentra
el Tenebrario, es una pieza monumental de bronce y madera de 7.80 metros de
altura, se realiza entre 1559 y 1562 por un grupo de artistas que siguen los
dictados manieristas según diseño de Hernán Ruiz, las figuras que lo adornan
son de Juan Bautista Vázquez el Viejo, las figuras de madera que adornan la
parte superior de la estructura, el Apostolado, el Salvador, la Fe y San
Gregorio son obra de Juan Giralte y Juan Marín, en definitiva en esta obra han
intervenido distintos artistas y artesanos.
Junto al Tenebrario hay una Cruz
Patriarcal usada en las procesiones, es de plata cincelada del siglo XVII.
En esta sala se exponen además cuatro
grandes blandones de 1,89 metros de altura, conocidos por los Gigantes, estan
realizados en plata labrada por Hernando de Ballesteros en 1581.
Otros tesoros que se guardan son la
Tablas Alfonsíes, en madera revestida con planchas de plata dorada y piedras
preciosas, es la obra más importante de la orfebrería gótica, atribuida a Juan
de Toledo y realizada en el siglo XIII.
El capitulo de las pinturas que se
exponen y guardan es importante, sobresalen San Leandro y San Isidoro de
Murillo de 1655. A destacar los tondos que aparecen por encima y por debajo de
los marcos escupidos en los se encuadran estas dos pinturas, en los que aparecen
un Ecce Homo, San Juan Bautista, San Pedro y San Pablo.
- La Visión de San Ignacio de Loyola, una obra de Juan de Roelas de 1612, destaca el rompimiento de Gloria de un gran colorido.
- La Inmaculada Concepción, atribuida a Francisco Pacheco.
- Crucificado de Murillo de la serie que pintó para el convento de Capuchinos.
- La Piedad, una tabla de pequeñas dimensiones.
- Otra Piedad de 1475 y pintado por Juan Núñez, en la que aparece la Virgen con su Hijo muerto, les acompaña San Miguel y San Vicente Mártir y a los pies el donante
- La Virgen con el Niño y Santo Domingo.
- Venerable Fernando Contreras de Luís de Vargas de 1541.
- El Cristo Resucitado, pintura sobre tabla.
- La Venerable Sor Francisca Dorotea, lienzo de Murillo de 1674.
- El Cristo de la Expiración, atribuido a Murillo.
- El Cristo atado a la columna.
- Cristo con los discípulos en Emaús.
- San Jerónimo penitente, atribuido a José de Ribera.
- Martirio de San Sebastián
- La Virgen de las Mercedes de Juan de Roelas, este es un cuadro bellísimo en el que se representa a la Virgen y el Niño otorgando el escapulario mercedario a reyes, caballeros, monjas y cautivos.
- La Visión de San Francisco.
- El Niño Jesús dormido sobre la Cruz.
- El Calvario con San Ignacio y Santa Bárbara.
- El Tránsito de la Virgen.
- La Virgen de la Misericordia.
- Un Ecce Homo y otro en el que aparece con una Dolorosa y San Juan, es un tríptico atribuido a Luís de Morales.
- Y le sigue una larga e interminable nómina de pinturas, todas ellas de relativa importancia.
- En cuanto a las esculturas, una de San Fernando en madera tallada de 1,73 metros de altura por Pedro Roldán en 1671 y policromada por Luisa Valdés, hija del maestro Valdés Leal.
- La Inmaculada Concepción a tamaño natural, obra de Alonso Martínez en madera policromada.
- Un talla en marfil de 50 cm. de un Crucificado de Alonso Cano.
- El Niño Jesús, en madera policromada posiblemente por la Roldana y un Ángel en plata repujada y cincelada de 1791.
En cuanto al Tesoro
es muy amplio y variado, con lo cual listarlo va a ser tedioso de escribirlo y
de leerlo, lo mejor es ir y verlo, por que merece la pena ya que hay piezas
importantes y de muy alta calidad.
48.- SALA DE ORNAMENTOS
Frente al retablo de la Capilla del
Mariscal, se abre una puerta con una portada labrada en piedra, adintelada y
manierista que da acceso a esta Sala., es rectangular de once metros por siete.
Se cubre con un artesonado con casetones octogonales y piñas doradas del XVI.
En esta Sala se expone parte del tesoro que
custodia la Catedral, cómo son los distintos enseres de orfebrería hecha en oro
y plata y piedras preciosas, el resto se haya expuesto en las distintas
capillas, los ornamentos son cambiantes según el momento y las necesidades de
conservación, destaca el Pendón de San Fernando, utilizado por el Rey Santo en
la toma de la ciudad, distintas casullas y capas pluviales de los siglos XVI y
XVII además de otros elementos para la celebración de la liturgia.
Una escultura de San José con Niño Jesús
al fondo de la Sala dentro de una urna, es en madera tallada por Pedro Roldán
en 1664. A ambos lados se encuentran dos estandartes, uno representa a la
Inmaculada Concepción y el otro a Jesús en la calle de la Amargura, ambos son
del XVIII.
49.-
ANTECABILDO
Se accede por una puerta cuya portada es
de piedra, con dinteles y jambas de jaspe almendrado, el arco de medio punto y
ático tiene un tragaluz. El vestíbulo al que se accede es un espacio
rectangular de de 2,60 metros por 6 de ancho. Cuenta con dos puertas laterales
y sobre ellas relieves, uno en un tondo con el rey Salomón y el Salvador en un
rectángulo y sobre la otra puerta sus correspondientes con el rey David y la
Virgen María, todos ello del siglo XVI. Pasamos al Antecabildo, parece que su
construcción es de 1560 y se debe a Hernán Ruiz II siendo Maestro Mayor de la
Catedral. Es de planta rectangular de doce metros por seis y bóveda de piedra
con casetones octogonales renacentista, tiene linterna y claraboya.
Esta Sala cuenta con numerosos relieves,
en los muros laterales decorados con un orden de pilastras jónicas de mármol,
albergan diez altorrelieves rectangulares y entre ellos en hornacinas ocho
figuras representando las Virtudes, todo ello tallado en mármol.
En los tímpanos de las puertas, los
frontones curvos acogen los relieves tallados en piedra blanca de los cuatro
Evangelistas, entre estas puertas un tondo con el relieve de Noé antes de entra
en el Arca y correspondiente enfrente de Noé en acción de gracias tras el Diluvio,
todos ellos atribuidos a Diego de Pesquera a finales del XVI. Por encima de los
tímpanos de dos de sus puertas se encuentran dos placas de pizarra con
inscripciones en letras de oro, posiblemente su redacción se deba a Pacheco
siendo canónigo por su sentido teológico y por haber sido el que las redactara
en la Sala Capitular en 1579.
Aquí se exponen los libros corales,
litúrgicos y códices que guarda la Catedral, todos ellos de los siglos XV al
XVIII que en número de veintiuno descansan sobre estantes, atriles y
facistoles, todos del XVIII hechos en ricas madreas tallada y dorada con
terciopelos bordados con el escudo del Cabildo, otros descansan sobre ángeles
atlantes.
50.- SALA CAPITULAR
Se accede a través de un corredor de planta
curva, una pequeña linterna ilumina este pasillo. La entrada se realiza por una
sencilla portada de mármol, por dentro la portada está labrada en jaspes con un
diseño manierista, adornada por sendos putti, querubines, dos sosteniendo una
cartela y otros dos recortados sobre el frontispicio, a partir de aquí se abre
un grandioso espacio, diseño de Diego de Riaño, pero no sería hasta 1558 en que
Hernán Ruiz inicia los trabajos de cimentación hasta que en 1569 le sucede a
éste en el cargo de Maestro Mayor de la Catedral y por tanto en la dirección de
la obra, Pedro Díaz de Palacios, en 1574 le sucede Asencio de Maeda que daría
feliz término a la construcción de la planta y el alzado. A continuación, en
1582 se inician los trabajos de ornamentación de los muros, dándolos por
finalizados en 1592, con lo cual es de suponer que en el periodo anterior se
realizaría el cerramiento de la bóveda y su linterna.
Esta dependencia tiene forma elíptica,
sus ejes miden 14 metros por 9. Su bóveda de casetones con remate de linterna.
Sus muros presentan dos zonas bien delimitadas en altura, la inferior en la que
se encuentra un largo podium cubierto por un paño carmesí y rematado por un
entablamento de orden dórico. La superior de orden jónico, enmarca el conjunto
de pinturas y esculturas renacentistas, su cornisa es el arranque de la bóveda,
ésta se divide en casetones repartidos en tres elipses concéntricas con siete
óculos dan luz a toda la estancia junto con la linterna.
Al fondo de la sala se encuentra la silla
arzobispal, lo mas interesante son tres pequeñas esculturas que representa las
tres virtudes, Fe, Esperanza y Caridad, labradas por Diego de Velasco en 1592,
por delante se encuentra el escaño que ocupa el canónigo secretario, decorado
con un relieve en el que se ven dos ángeles tenantes y un óvalo.
Por encima del muro nos encontramos con
ocho pinturas de Pablo de Céspedes de 1592, alterna las cuatro virtudes con
cuatro alegorías religiosas en los que aparecen ángeles niños. Por encima la
ornamentación presenta un orden jónico de dieciséis medias columnas sobre
pedestal, en los que se encuadran ocho altorrelieves labrados en piedra
alternando con otros tantos rectangulares, estos últimos cuentan con
inscripciones latinas en letras doradas por encima y por debajo.
Los relieves de medio punto son obra de
Juan Bautista Vázquez el Viejo de 1580, su iconografía sigue el mandato del
canónigo Pedro Pacheco, recordemos que es el tío del maestro de Velázquez,
representando el primero, situado sobre la silla arzobispal, la Asunción de la
Virgen, sobre la entrada su correspondiente, la alegoría del Cordero Místico, a
ambos lados de la Asunción se encuentran dos escenas del Apocalipsis, le siguen
la Expulsión de los mercaderes del Templo y a la derecha los Vendimiadores y a
continuación otras dos escenas del Apocalipsis.
En cuanto a los ocho relieves
rectangulares, son obra de Marcos Cabrera realizados en 1590, si empezamos por
el primero a la derecha de la Asunción, representan el Último sermón del Señor,
Daniel en medio de los leones, el Bautismo de Jesús, la tormenta en el mar de
Tiberiades, la parábola del sembrador, la Oración en el Huerto, la Visión de
San Pedro y Jesús lava los pies a los Apóstoles.
En la siguiente franja de la bóveda se
encuentra la Inmaculada Concepción de Murillo de 1668, está considerada como la
mejor de cuantas pintó el maestro, completando la decoración de este cuerpo
ocho tondos que ocupan el espacio entre las claraboyas con vidrieras
sencillas, representan a San Fernando,
San Leandro, San Laureano, Santa Rufina, Santa Justa, San Pío, San Isidoro y
San Hermenegildo.
Y por último en las dos bandas que
cierran la bóveda, aparecen pintados en dorado y negro los perfiles de los
casetones.
58.-
MAUSOLEO DE CRISTÓBAL COLÓN
Conserva restos del Almirante, se
encuentra en este lugar por expreso deseo del difunto de reposar cerca de la
Capilla de la Antigua. Recordemos que inicia su aventura bajo el patronazgo de
la Virgen.
El mausoleo es obra de Arturo Mélida y
Almari, es un diseño de 1891 para la Catedral de la Habana. Vemos un
extraordinario trabajo en los cuatro heraldos que portan el féretro simbólico,
son de bronce policromado y con esmaltes, sobre un podio de piedra
representando a los cuatro reinos, Castilla, León, Aragón y Navarra. El
conjunto es de una gran monumentalidad, que difícilmente pasa inadvertido, se
le notan ciertas influencias en los sepulcros borgoñones del siglo XV.
59.-
SEPULCRO DE HERNANDO COLÓN
Hijo del Almirante Cristóbal Colón, murió
el 12 de julio de 1539 como reza en su lápida, cuyas medidas son de 3 metros
por 1,5, es de bronce y cincelada a mano siguiendo los cánones del
renacimiento. Ya en su testamento deja dicho cómo y dónde quiere ser enterrado
y que no lleven luto por él. Además deja escrito el diseño de su propia losa
sepulcral, su epitafio y el escudo concedido a la familia por los Reyes
Católicos con el lema “A Castilla y León mundo nuevo dio Colón”, enmarcado por
cuatro libros abiertos, recordemos que era un gran bibliófilo, en los que
aparecen los epígrafes, Autores, Ciencias, Epítomes y Materias, de alguna
manera era la forma de ordenar su amplia biblioteca. El hecho de estar situado
su enterramiento en lugar preeminente de la Catedral, dice mucho del prestigio
alcanzado en la ciudad.
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