Es la
puerta principal al recinto amurallado, se corresponde con la etapa almohade y
cuenta en su parte frontal sobre el dintel con un lienzo cerámico que
representa a un león heráldico portando un crucifijo y una corona con una banda
y una inscripción que dice “Ad Utrunque” “por tanto”, antiguamente se
denominaba Puerta de la Montería ya que daba paso a través de arcos almohades
al patio del mismo nombre, este lienzo de muralla pertenece al primitivo
recinto del siglo XI Al Muwarak “Alcázar Bendito” y el trozo de muralla de la
izquierda pertenecía a la antigua Casa del Gobernador de principios del siglo
X.
Tras pasar
esta puerta inmediatamente nos encontramos con el Patio del León, con cuatro macizos
de setos en los que podemos ver que crecen distintas especies de flora, cómo
laureles, cipreses, naranjos, granados, etc.
Al
fondo nos encontramos con tres grandes arcos que dan paso al patio de la
Montería, estos arcos en un principio tenían puertas que eran defendidas por el
cuerpo de guardia, a la izquierda nos encontramos con la Sala de Justicia y
contiguo a ésta el Patio de Yeso. A la derecha se encuentra una estancia que en
el siglo XVI era la Casa de Contratación.
SALA DE
JUSTICIA
Se construye en 1.340 en tiempos de Alfonso XI, conmemorando la victoria en la Batalla del Salado, también se le conocía cómo la Sala de los Consejos, lugar de reunión de los visires, es de planta cuadrada y sus paredes están decoradas con yeserías con elementos vegetales y escudos heráldicos y una estructura de arcos ciegos, el techo es mudéjar con decoración de lacería islámica, en el centro de la estancia se ve una pequeña alberca.
Se construye en 1.340 en tiempos de Alfonso XI, conmemorando la victoria en la Batalla del Salado, también se le conocía cómo la Sala de los Consejos, lugar de reunión de los visires, es de planta cuadrada y sus paredes están decoradas con yeserías con elementos vegetales y escudos heráldicos y una estructura de arcos ciegos, el techo es mudéjar con decoración de lacería islámica, en el centro de la estancia se ve una pequeña alberca.
Es
contiguo a la Sala de Justicia, quizás sea la parte almohade mas antigua del
conjunto monumental y afortunadamente se mantiene casi intacta, es una parte de
lo que fuera el Palacio Islámico. Es una estancia con una gran riqueza en su
decoración.
Podemos
destacar una fuente octogonal en el centro y una galería perimetral,
posiblemente fuera el lugar en el que se asentaba la escolta que guardaba todo
el recinto palaciego.
CUARTO DEL ALMIRANTE
En
este cuarto se encontraba la primitiva Casa de Contratación fundada por los
Reyes Católicos para el comercio con las posesiones de ultramar, además se
usaba como sede del Tribunal del Almirantazgo de Castilla. Es de planta
rectangular y muy amplia, una techumbre del siglo XVI, de sus paredes cuelgan
cuadros de grandes dimensiones y cierto valor pictórico, como por ejemplo,
presidiendo el Salón nos encontramos con La inauguración de la Exposición del 29,
de Alfonso Grosso. Las Postrimerías del rey Fernando III, de Virgilio Mattoni y
la toma de Loja por Fernando el Católico de Eusebio Valdeperas, además aparecen
retratos de Fernando VII y María Cristina de Nápoles, ambos son de principios
del XIX y su autor es Carlos Blanco, así como los retratos de los duques de
Montpensier.
Anexa
a este Cuarto se encuentra la Sala de Audiencias que a veces se usaba como
capilla, presidiendo la estancia nos
encontramos con la Virgen de los Mareantes o del Buen Aire de Alejo Fernández,
pintado alrededor de 1531, al que los marinos que iban a zarpar se
encomendaban. Tiene un banco corrido perimetral de mármol blanco que abarca
toda la sala, era el lugar de reunión con oficiales y cosmógrafos. El artesonado
renacentista con inspiración musulmana es del siglo XVI. Rodeando la sala los
escudos de los distintos almirantes de la flota española desde su fundación en
1248, desde Bonifaz a Cristóbal Colón, recibido éste en esta estancia por la
propia reina Isabel la Católica tras su segundo viaje.
En uno
de los extremos del Cuarto del Almirante se encuentra la sala de los abanicos
en la que se expone una extraordinaria colección de este complemento,
esculturas de bronce y espejos, sin embargo en su momento era utilizado por la
reina Isabel II como dormitorio.
Su
nombre viene dado porque era allí donde se reunían los grupos de monteros que
acompañaban al Rey en sus partidas de caza. Tiene forma trapezoidal y a su
derecha nos permite el paso al Cuarto del Almirante y el acceso a las escaleras
que nos llevan a la planta alta. Está situado tras los arcos que le separan del
Patio del León y delante del Palacio Mudéjar de Pedro I y a su derecha se
localiza una galería de dos alturas con arcos de medio punto labrados en
ladrillo visto sobre columnas de mármol de orden toscano en la zona baja y en
la alta aparece toda la arcada acristalada soportándose en columnas jónicas. La
techumbre de ambas galerías es del siglo XVI
A la izquierda vemos una serie de edificaciones del siglo XVIII
levantadas con ocasión del terremoto de Lisboa de 1755
PALACIO DEL REY DON PEDRO
Este
Palacio se construye por iniciativa del rey Pedro I en la segunda mitad del
Siglo XIV, entre 1.364 y 1.366, como podemos ver en la inscripción que aparece
en las puertas del Salón de Embajadores. En principio estaba destinado a ser la
residencia privada de la familia Real, finalidad que aún se mantiene en la
actualidad, ya que es la residencia oficial de los Reyes de España o de
aquellos Jefes de Estado que visitan la ciudad, el carácter oficial lo
ostentaba el Palacio Gótico. El proyecto contemplaba dos áreas bien definidas,
a la izquierda del vestíbulo un área
creada alrededor del Patio de las Doncellas pensada para la vida oficial y a la
derecha de ese vestíbulo otra alrededor del Patio de las Muñecas para la vida
íntima y familiar.
En su
fachada, ejemplo del arte mudéjar, destaca la puerta con un marco adintelado y se
pueden apreciar la ornamentación vegetal propia del arte islámico, los pámpanos
de la vid, a ambos lados se ven dos arcos polilobulados ciegos apoyados en
columnas marmóreas, por encima se pueden apreciar toda una serie de pequeños
arcos polilobulados ciegos sostenidos por pequeñas columnas, apareciendo de
nuevo los motivos vegetales y heráldicos de la realeza castellana, en el plano
superior aparecen las ventanas del piso alto del mismo estilo que los
anteriores y por encima de estas aparece un friso de cerámica en el que aparece
una inscripción repetitiva del principio nazarí “Y no hay vencedor sino Alá” y
enmarcando todo este friso esta otra inscripción que relata el porqué de esta
construcción “el muy alto et muy noble et muy poderoso et muy conqueridor don
Pedro por la gracia de Dios rey de Castilla et de León, mandó fazer estos
alcázares et estos palacios et estas portadas que fue fecho en la era de mill
et quatrocientos y dos años”. En su interior se combinan los motivos heráldicos
y emblemas castellanos con esa decoración islámica, basándose en la azulejería
y en los techos mudéjares. Está considerado el modelo perfecto de la
arquitectura mudéjar. La parte alta se construye tras la conquista de Granada
por los Reyes Católicos como demuestran las granadas labradas en yeso que
aparecen como marco de las ventanas.
VESTÍBULO
Es una
estancia de pequeñas dimensiones y acodada que aparece al traspasar la puerta
de entrada del Palacio Mudéjar, nos lleva a la zona oficial del Palacio y a la
Familiar. Esta estructura arquitectónica sigue los cánones islámicos, no
permitir que desde fuera se pueda ver la intimidad que encierra el interior.
Está dividido en tres espacios por arcos de medio punto peraltados que
descansan sobre columnas con capiteles visigóticos y en sus arquivoltas abunda
la yesería mudéjar prolongándose por el friso. Todo el conjunto goza de un
magnifico artesonado. Desde un extremo se puede acceder al Palacio Alto a
través de unas escaleras del siglo XVI contemplándose dos pequeñas bóvedas del
siglo XII demostrando la existencia de edificaciones de ese periodo.
Es el
patio central del Palacio Mudéjar, lugar en el que se desarrollaba la vida
oficial de la Corte, tiene forma rectangular apreciándose dos alturas. La
inferior está configurada en torno a un estanque alargado y rodeado por una
serie de arcos polilobulados que se sostienen en columnas dobles de mármol,
siendo los arcos centrales de cada lado de mayor amplitud, los paños que los
cubren denotan la inspiración granadina al aparecer calados, la galería que
forman cuentan con un rico artesonado y sus paredes están de decoradas con una
excelente muestra de azulejos. Las labores de yeso que decoran el friso interior
de esos corredores repiten el lema nazarí “Sólo Dios vence”. La planta superior
es renacentista siguiendo la moda italiana y cuenta con arcos de medio punto
sobre columnas jónicas en los que aparecen yeserías platerescas en perfecta
conjunción con el mudéjar. De su construcción primitiva queda la planta baja,
siendo los Reyes Católicos los que mandarían hacer los techos, posteriormente
se sustituyeron los pilares que soportaban los arcos por columnas corintias y
yeserías clásicas y construir la planta alta para albergar la celebración de la
boda de Carlos I con Isabel de Portugal. Las distintas dependencias se abren a
este patio mientras que uno de sus lados es colindante con el Palacio Gótico.
Está
compuesto por dos salas paralelas, una exterior que da al Patio de las
Doncellas a través de un arco angrelado y otro lobulado y tres ventanas con
celosías caladas en la parte superior, destacando una magnifica techumbre
renacentista y motivos geométricos de lacería. La Sala exterior a la que se
accede a través de un arco de medio punto, cumpliría la función de Cámara Regia
y la otra sala interior estaría destinada a dormitorio de verano, se accede a
través de un triple intercolumnio sostenido en sendas columnas, teniendo tres
celosías de yeso con puertas de madera talladas con lacería, llamadas
gorroneras, sirviendo de decoración al abrirse y quedarse paralelas a la lienzo
de pared. En ambas salas la techumbre es un elemento decorativo muy destacable
combinando las labores de lacería y los motivos renacentistas, así cómo su
azulejería.
Se
accede desde la antesala de la Alcoba Real. En este Patio se desarrolla la vida
privada de Palacio, su nombre viene dado por las pequeñas cabezas, nueve en
total, que decoran los arcos, en esa
planta baja se puede contemplar una rica ornamentación de azulejos y arabescos
de estuco y yeserías restauradas y
columnas de mármol blanco, negro y rosado coronadas por capiteles califales, que
soportan sus arcos. En cuanto a la planta alta data de los siglos XVI y XVII,
sus arcos rebajados sobre columnas y antepechos de mármol, pero en el siglo XIX
sufrió serias modificaciones que le hicieron perder el encanto primitivo. Este
Patio es pequeño y delicado, gozando de un equilibrio asimétrico en sus frentes
menores.
SALA DE LOS REYES CATÓLICOS Y CUARTO DEL PRÍNCIPE
Es un
conjunto en el que la sala alargada y central tiene en sus extremos otras
pequeñas y cuadrangulares. Recibe el sobrenombre de Cuarto del Príncipe en
honor del primogénito de los Reyes Católicos, Don Juan, nacido en este Palacio
en 1478. En esta sala se puede ver que aún conserva el suelo original, el
artesonado del techo se colocó por orden de los Reyes Católicos, siendo de gran
belleza en estas tres estancias, desde un elegante artesón ochavado a la
derecha, al techo plano de casetones decorados con labores de lazo y piñas,
todo ello pintado y dorado, se completan con un friso tallado en el que se le
inserta una cartela que dice “Acabóse esta obra año 1543. Juan de Simancas me
fecit. Se doró y pintó año de 1854”. Está situada entre el Jardín del Príncipe
y el Patio de las Muñecas. La tercera Sala de este conjunto presenta al igual
que las anteriores una extraordinaria techumbre de lazo taraceada, apoyándose
en un friso en el que aparecen los emblemas de los Reyes, el yugo y las flechas,
alternando con recuadros pintados imitando el estilo plateresco, cuenta con un
ajimez, ventana arqueada con una columna que la divide, que permite ver el
Jardín del príncipe. Los adornos de yeserías que adornan la puerta de acceso
son auténticos. Desde esta Sala podemos pasar al Salón del Techo de Felipe II.
Es una
de las salas mas importantes del Palacio de Pedro I, en ella se solían celebrar
las audiencias públicas de la corte. Su entrada es a través del Patio de las
Doncellas y un gran arco del que se
conservan las puertas talladas originales, policromadas y doradas. Llama la
atención su espléndida cúpula semiesférica de madera dorada y entrelazada
simbolizando el Universo, se interpretaba así para que la nobleza castellana
que estaba enfrentada al Rey, entendiera que por encima del Rey sólo está el
Creador, el friso que la rodea contiene las pinturas de los reyes españoles
desde los visigodos hasta Felipe III, El paso de círculo a cuadrado de la
planta se realiza a través de las pechinas doradas de los ángulos, por debajo
otro friso con fondo azul en el que aparecen las pinturas de treinta y dos
bustos femeninos y por debajo de éste otro friso con leones y castillos también
se pueden admirar los estupendos balcones de hierro forjado, la azulejería se
sigue manteniendo en prefecto estado, recordemos que es del siglo XVI y la decoración
con motivos vegetales de las tres arcadas triples y simétricas de arcos de
herradura soportados por columnas de mármol, las yeserías que revisten las
paredes con motivos geométricos, atauriques y símbolos heráldicos confieren al
Salón la belleza que disfruta. Es una estancia ricamente decorada ya que era el
lugar de recepción de los Embajadores y en la época abadí se utilizaba como
Salón del Trono dándole este uso también los reyes castellanos.
SALÓN DEL TECHO DE FELIPE II
Es una
sala rectangular o de media caña, la más larga de este Palacio Mudéjar, vemos
un arco triple de herradura sobre columnas de mármol con capiteles califales,
en el que abundan las yeserías con motivos avícolas, en las que destacan dos
pavos reales que dan nombre al arco, Arco de los Pavones, dando paso al Salón
de Embajadores, es de destacar el magnifico friso que corre a lo largo de este
arco en el que se pueden ver siluetas doradas de distintas aves, por encima de
ello tres celosías caladas. La techumbre que da nombre al Salón es de madera
formando artesones cuadrados y tallados con motivos geométricos alternándose
sucesivamente.
Destacable
es en estas salas la decoración de los frisos de yeserías en los que aparecen
unos medallones con siluetas de color blanco representando escenas
caballerescas entre esfinges y arpías, además de motivos vegetales cómo hojas
de vid, higuera y encina. La techumbre se monta en tiempos de Felipe II.
SALÓN DE LOS PASOS PERDIDOS
Contiene
yeserías del siglo XIV y una techumbre de taracea embutida con una cenefa
policromada de singular belleza, se encuentra en el Palacio Mudéjar, mide unos
25 metros cuadrados, el actual techo es construido por los Reyes Católicos en
el que aparecen los escudos de la Corona.
Se
encuentra enfrente del dormitorio del Rey moro. En un principio era la capilla
del Palacio de Pedro I, siendo Carlos V el que ordenara construir ese magnifico
techo para albergar su boda con Isabel de Portugal, compuesto por casetones octogonales
con medallas, escudos imperiales y macollas florales, mientras en el centro se
disponen trece artesones que amparan los bustos tallados de guerreros, damas,
ancianos, y jóvenes, interpretando los dos primeros cómo a el Emperador y a su
esposa, resultando el conjunto uno de los mejores ejemplos renacentistas del recinto
palaciego. Se construye entre 1.541 y 1.543. Un extraordinario arco de medio
punto divide la estancia para que sirviera una parte como presbiterio, con
posterioridad a esta modificación se traslada el oratorio a la planta alta.
JARDÍN DE LA GALERA Y LA COLUMNA DE AL-MUTAMID
JARDÍN DE LA GALERA Y LA COLUMNA DE AL-MUTAMID
http://www.sevillaen360.es/esfericas/alcazar27/alcazar27.html
En
este Jardín destaca sobre la propia vegetación la columna dedicada al Rey
Al-Mutamid, el Rey poeta. De su amor por la poesía cuenta la leyenda que un día
paseando a orillas del Guadalquivir con su amigo Ibn Ammar, iban improvisando
poemas, en un momento dado se levantó una ligera brisa y dijo: "El viento
tejiendo lorigas en las aguas".
Ante
lo cual esperaba la respuesta de su compañero. Sin embargo, Ibn Ammar no tuvo
tiempo de responder, puesto que ambos oyeron una voz femenina que completaba la
rima: "¡Qué coraza si se helaran!".
La voz
correspondía a una joven muchacha escondida tras los juncos. Era una joven
bellísima llamada Rumaikiyya, esclava de un arriero.
Al-Mutamid
quedó inmediatamente enamorado, la llevó a su palacio y la hizo su esposa,
tomando el nombre de Itimad. Cuando Al-Mutamid fue depuesto, Itimad partió con
él al exilio. Al-Mutamid acabó sus días en Marruecos, sumido en la pobreza, añorando
su pasado sevillano. Murió en 1.095 en la aldea de Agmat, donde aún hoy puede
visitarse su tumba. En el año 1991, el Ayuntamiento de Sevilla rindió un
merecido homenaje al Rey Poeta colocando en los jardines del Alcázar y más
concretamente en el Jardín de la Galera, una columna en su memoria.
Este
jardín es más parecido a los patios que se conservan en Sevilla, destaca la
fuente central musulmana del siglo X vertiendo su agua a través de pequeñas
cabezas de leones, también es destacable la galería que limita su espacio
realizada por Vermondo Resta en 1606.
Al
entrar en este jardín nos sorprendemos con la gruta fuente adornada en su
momento, 1589 a 1601, con figuras, conchas, nácares y pequeños crustáceos
además de la pintura de colores vivos, con posterioridad se construyó en su
lugar un nicho manierista en el que se conservan restos primitivos que sirven
de hornacina al busto de Carlos V, por encima el escudo de Castilla, delante de
este conjunto aparece la fuente del siglo XVII que no debe faltar en estos
jardines y a la izquierda un estanque.
Es un
pequeño jardín anexo al Salón del Techo de Felipe II y el primero que aparece
tras salir del Patio del Asistente, formaba parte de esa zona íntima y familiar
del Palacio Mudéjar, su configuración está limitada por cuatro bloques de setos
y una fuente en su intersección, a pesar de sus reducidas dimensiones hay gran
variedad de vegetación arbórea. En la fachada cercana al Patio del Asistente se
encuentran alineadas a todo lo largo una serie de columnas de mármol cuya
función es meramente ornamental, a su izquierda una galería que lo separa del
Jardín de las Flores.
Debe
su nombre al asistente Don Pablo de Olavide que. fijó su domicilio en esta
estancia, en ella se llevaban a cabo reuniones literarias y era lugar de cita
social, es una estancia que trae recuerdos castellanos, esta construido a dos
alturas con galerías en ambas, hechas en madera y soportadas las de abajo en
columnas toscanas de mármol.
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