La Plaza de España de
Sevilla es un conjunto arquitectónico monumental único en su estilo, se
encuentra enclavado en el parque de María Luisa y representa uno de los
espacios más espectaculares de la llamada arquitectura regionalista, un estilo
decorativo aplicado a la construcción que tuvo su epicentro en la ciudad
hispalense en el primer tercio del siglo XX.
La
Exposición del 29 se hace realidad por la idea que tuvo un comandante de
Artillería y empresario reconocido en la ciudad, Don Luís Rodríguez Caso, que por cierto era hermano del bisabuelo
de un buen amigo del que suscribe, Rafael Morillas, desgraciadamente ya no está
entre nosotros, pues bien esta propuesta la hizo llegar al Rey Alfonso XIII, al
que le encantó la idea como medio de revitalizar los lazos con Hispanoamérica.
Una vez puesta en marcha la operación, se le encarga al arquitecto sevillano
Aníbal González Álvarez Ossorio el proyecto del conjunto arquitectónico y la
dirección de la Exposición y una vez aprobado, se le pide además que se
encargue de la dirección de obra.
El conjunto
es un semi círculo de 200 metros de diámetro y consta de un canal de 515 metros
de longitud que lo circunda con cuatro puentes que lo cruzan, un gran edificio
central y otros de menor altura a ambos lados, hasta las dos torres de 74
metros de altura que limitan el espacio. En total el solar sería de unos 50.000
metros cuadrados, de los cuales 19.000 estarían destinados a la edificación y
el resto sería espacio libre para solaz de los visitantes. El inicio de esta
monumental obra tiene lugar en 1.914.
Este
monumento mezcla a la perfección el ladrillo visto y la cerámica en su
exterior, estos tipos de materiales definirían el estilo de Aníbal González,
además empleó unos artesonados en madera, dándole aspecto mudéjar, el hierro
repujado y el mármol labrado para el pavimento bajo techo.
La
envergadura de la obra era tal, que al mismo tiempo estaban trabajando más de
mil obreros, si a esto sumamos los trabajos ajenos a esta obra en la
organización del evento, nos da una idea de la carga física y mental que tuvo
que soportar nuestro personaje, por lo que se ve obligado a dimitir en 1.926,
haciéndose cargo del cerramiento del recinto y la colocación de la fuente
central, el arquitecto Don Vicente Traver. La obra en su conjunto se terminaría
en 1.928, un año antes de la inauguración de la Exposición Iberoamericana.
Los
cuatro puentes que cruzan el canal representan a los cuatro reinos de España,
Castilla, León, Aragón y Navarra y la forma de este monumento representa el
abrazo a nuestras antiguas colonias.
La fachada
exterior bajo la galería que circunda todo el recinto edificado, está rodeada
de bancos de cerámica con anaqueles del mismo material a ambos lados,
representando a cada una de las provincias por orden alfabético. Estos
anaqueles tendrían su función si al final se hubiera hecho lo que se había
pensado al proyectarla, una vez terminada la Exposición, el edificio estaría
destinado a Universidad y todo el recinto a Campus Universitario. El frontal de
cada uno de estos bancos cuenta con un mosaico que representa un hecho
histórico acaecido en esa provincia, además de su escudo y en el suelo el mapa
de la provincia.
Estos
bancos suponen un gran atractivo para el visitante, en general este monumento
fue todo un acierto de inspiración y planificación.
Actualmente
la Puerta de Castilla es la sede de la Jefatura de la Fuerza Terrestre, vulgo
Capitanía General Militar. El resto de edificaciones están destinadas a
Organismos Oficiales, ya sean Nacionales o Autonómicos.
En este Pabellón central, preside en el frontal una imágen de Santa Catalina, por expreso deseo de Aníbal González en recuerdo de su madre, así cómo el escudo de España y heraldos que escoltan a todo este conjunto central.
En los arcos que forman la fachada de la galería, están representados aquellos personajes mas relevantes de la Historia de España, desde los Monarcas que reinaron en el pasado a filósofos como Séneca, cortesanos ilustres, obispos, pintores, etc.
La vegetación de los jardines que delimitan el paseo es propia de la zona, abundando el jazmín, que proporciona su aroma característico.
La vegetación de los jardines que delimitan el paseo es propia de la zona, abundando el jazmín, que proporciona su aroma característico.
El
mayor enemigo que tiene que soportar esta verdadera obra de arte, es el
vandalismo que impera en este espacio, muy difícil de erradicar dadas sus
dimensiones, teniendo que sufrir continuas restauraciones y reposición del
material cerámico dañado, sin embargo a pesar de ello, sigue mantenido el
espíritu original.
Recientemente
se le ha tributado un pequeño pero merecido homenaje al arquitecto que impulsó
y desarrollo tal Monumento, colocando una estatua del personaje en el acceso
por el parque a su obra más emblemática.
Quizás Sevilla, ciudad desconsiderada
con sus personajes más importantes, le deba el merecido homenaje de reconocimiento tanto al impulsor de tan magnifica idea, Don Luís Rodríguez Caso, cómo al arquitecto que la llevó a cabo, Don Aníbal González, por lo que significó para Sevilla y su provincia, no en vano su obra supuso el revitalizar algo tan nuestro como es la cerámica sevillana y que tuviera un lugar de honor en el
extraordinario Monumento, a través de sus balaustradas, mosaicos, azulejería,
bustos y heraldos, como ya hemos visto.
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